El curso ha constado de 250 horas, en las que se han abordado un total de 13 módulos, relacionados con aspectos como la resolución de conflictos, la mediación comunitaria, educativa y sanitaria, o la evaluación de los procesos de mediación, entre otros.
En total, han sido 11 las participantes (mujeres de diferente edad, procedencia, intereses, etc.) que han completado todo el proceso que se inició en septiembre, y que cuentan ya con la formación necesaria para incidir en sus comunidades con una perspectiva intercultural, un aspecto de gran valor para territorios como los de Tierra de Barros, en general, y Almendralejo, en particular, dado el aumento de la población inmigrante en las últimas décadas.
Para Lidia Martínez, coordinadora del Curso, han sido "tres meses de convivencia inmensamente rica". "Todas hemos aprendido de todas. Las alumnas, por supuesto, pero además las personas docentes han vivido experiencias muy enriquecedoras. Así lo han manifestado. Y eso es porque el grupo ha sido muy competente y ha mostrado un gran compromiso. En muchas de estas mujeres se han despertado cosas que ni ellas mismas esperaban, por lo que este curso ha podido contribuir a su desarrollo personal y profesional". Ahora, algunas de ellas podrán aplicar sus conocimientos a través de prácticas en entidades que realizan acción social en la zona.
Ana Macías, presidenta de la Fundación Ruy López, también se ha mostrado muy satisfecha con el desarrollo de la actividad. "Nos parecía muy necesario renovar una iniciativa que ya habíamos emprendido en 2008. Nos parecía que había que poner en valor un servicio que nos parece muy relevante para Almendralejo y comarca", ha concluido.
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